jueves, 5 de enero de 2012

Imperialismo Norteamericano en el siglo XIX.


Estados Unidos comenzó a proyectarse más allá de sus fronteras en forma dramática entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX, llegando a equipararse a las grandes potencias que manejaban los destinos de la humanidad.  La crisis de 1891 entre Chile y Estados Unidos constituyó el anuncio de una actitud norteamericana que alcanzó su punto culminante con la guerra de España. A través de las instituciones religiosas, las empresas de capital privado de los poderes Ejecutivo y legislativo desarrollaron la política expansionista norteamericana, en necesario analizar los orígenes del capitalismo expansionista que dos años, siete meses  y 19 días antes de terminar el siglo XIX culminó en imperialismo o neocolonialismo. Los puntos de partida del expansionismo de ultramar o lo que Estados Unidos conoce como la diplomacia del Pacífico fueron China y Japón, a partir de los cuales surgió el interés estratégico por Alaska y el archipiélago del Reino de Hawái, quedando éste como la última conquista colonial antes de que Estados Unidos comenzará el imperialismo.

Cuando Estados Unidos se expande, le arrebata partes de su territorio a México y las engulle. Hay colonialismo en el momento mismo en que la Enmienda Platt les permite administrar a Cuba, sin anexársela. El imperialismo hace su aparición sirviéndose de ambas vías en secuencia histórica o en simultaneidad lógica, como bien lo prueba el caso de algunos países Africanos entre 1890 y 1919. Pero además, el imperialismo supone un férreo control de los mecanismos económicos que articulan a unos países de otros. El anexionismo y el colonialismo son posibles sin el mercado capitalista. Pero el imperialismo, exige, la presencia de un mercado configurado con criterios capitalistas, sobre todo la existencia de una fuerza de trabajo libre, de un tipo de trabajador que tenga que vender sus energías para sobrevivir y que, con ello, logre reproducir todo el sistema.
La ola expansionista no sólo involucró cuestiones políticas y morales sino también los vínculos comerciales que forjaron individuos como William y Michael Grace. En otras palabras, los precursores no sólo fueron nos estrategas y pensadores navales como Alfred Thayer Mahan, quien sustentó la necesidad de tener una poderosa presencia en los mare basándose en la experiencia de Inglaterra; ni se limitaron al expansionismo que buscaba islas y puertos alrededor del mundo como simples estaciones que abrían el camino a un imperio norteamericano; no eran sólo darwinistas sociales que buscaban civilizar al mundo de acuerdo a los valores norteamericanos; ni fueron jingoístas que buscaban aventuras en el mar para consolidar su propio desarrollo político y comercial.

4 comentarios:

  1. Y que bueno que el poder mundial esta aquí al lado, soy del norte de México, y no se que hubiera sido si el poder mundial lo hubiera tenido mao tse tung, o stañin, o hitler, el policía del mundo se nesevita señores, long life rockn roll,

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  2. Y que bueno que el poder mundial esta aquí al lado, soy del norte de México, y no se que hubiera sido si el poder mundial lo hubiera tenido mao tse tung, o stañin, o hitler, el policía del mundo se nesevita señores, long life rockn roll,

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